5 alimentos congelados para llevar contigo
Los alimentos congelados tienen mala reputación: no son tan nutritivos como los alimentos frescos, están altamente procesados y contienen aditivos no deseados como sodio, grasas no saludables y conservantes artificiales.
Pero si mira más allá de los nuggets de pollo congelados, la pizza y las empanadas de carne, encontrará muchas opciones ricas en nutrientes que valen la pena incluir en su carrito y en su dieta. Además, algunos alimentos congelados son más nutritivos que los frescos.
Por ejemplo, las frutas y verduras congeladas a menudo contienen niveles más altos de nutrientes que las frutas y verduras frescas que están fuera de temporada. Esto se debe a que se cosechan en su punto máximo de madurez, cuando el producto es más nutritivo (y delicioso), y luego se congelan rápidamente.
El pasillo de productos congelados tiene una amplia variedad. Además de las judías verdes, los guisantes, las zanahorias y el maíz habituales, encontrará calabaza en espiral congelada, arroz con coliflor, batatas asadas y mezclas de verduras asadas.
Si está buscando proteínas de origen vegetal, los frijoles negros congelados, los garbanzos y el edamame sin cáscara también pueden ayudarlo a preparar una comida rápidamente.
Además de ser muy conveniente (no es necesario lavar ni picar los productos ni escurrir los frijoles enlatados), comprar alimentos congelados también puede evitar el desperdicio de alimentos. A diferencia de los alimentos frescos, no se echan a perder rápidamente, solo usas lo que necesitas y guardas el resto.
Las siguientes selecciones de alimentos congelados facilitan la preparación de comidas nutritivas.
Edamame (sin cáscara)
Estos frijoles de soya verdes frescos proporcionan 16 gramos de proteína por tres cuartos de taza. También obtienes 8 gramos de fibra a granel, 8 mg de hierro y cantidades moderadas de calcio, magnesio y potasio.
Agregue edamame sin cáscara (directamente del refrigerador) a salteados de verduras o sopas cerca del final de la cocción. Mezcle edamame en una ensalada verde o en un tazón de granos integrales. O cómelos solos como un refrigerio satisfactorio.
Judías verdes
Estos frijoles (están relacionados con los cacahuetes) son más que una simple bolsa de hielo. Tienen un alto contenido de proteína vegetal y fibra, proporcionan 4 gramos por 1/2 taza y son una buena fuente de vitamina K y colina, una vitamina B relacionada con la memoria y la función muscular.
Mezcle judías verdes congeladas en salsas para pasta, salteados y sopas. Saltéalos con ajo y otras verduras picadas como guarnición. Agregue guisantes descongelados a las verduras de hoja verde y a las ensaladas integrales.
palta
Si no quiere arriesgarse a comprar aguacates frescos verdes o demasiado maduros, o si no puede usar aguacates enteros, compre aguacates picados congelados. Esta fruta grasosa es una excelente fuente de grasas monoinsaturadas antiinflamatorias (del mismo tipo que el aceite de oliva), fibra y ácido fólico, una vitamina B que produce ADN en las células.
Agregue trozos de aguacate congelados a batidos y batidos de proteínas. Una vez descongelados, utilícelos en ensaladas, tacos y aderezos, o extiéndalos sobre tostadas integrales.
camarón
Este marisco magro y bajo en calorías proporciona muchas proteínas (20 gramos por tres onzas), junto con vitamina B12, calcio, magnesio, potasio y zinc. Los camarones también contienen astaxantina, un antioxidante que se cree que reduce la inflamación.
Agregue camarones congelados a salteados, curry, pastas y paella. O descongele rápidamente los camarones y agréguelos a las ensaladas.
Elija camarones del Atlántico o del Pacífico con una etiqueta de certificación ecológica (Marine Stewardship Council o Best Aquaculture Practice), que indica que los camarones se capturaron en la naturaleza o se cultivaron de manera sostenible.
Espinacas
Al extraer el agua de las espinacas congeladas, esta hoja verde rica en nutrientes y antioxidantes se puede agregar a lasaña, salsas para pasta, guisos, curry, tortillas y pizza. Alternativamente, congélelo y agréguelo a los batidos.
Obtendrá más espinacas cuando se concentran en forma congelada, lo que las convierte en una gran fuente de ácido fólico, magnesio, vitamina K, betacaroteno y luteína, un compuesto que ayuda a prevenir las cataratas y antioxidantes para la degeneración macular. Lo mismo ocurre con la col rizada congelada.
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