Consumo de carne procesada vinculado a enfermedades del corazón
Un estudio global dirigido por científicos de la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá, encontró un vínculo entre comer carne procesada y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
La evidencia sobre la asociación entre el consumo de carne y las enfermedades cardiovasculares ha sido inconsistente. Asimismo, gran parte de la evidencia sobre el consumo de carne y la salud proviene de estudios realizados en América del Norte, Europa y Japón, donde el consumo y los tipos de carne difieren del resto del mundo.
Acerca de la investigación
Los investigadores se propusieron comprender mejor la asociación entre el consumo de carne roja sin procesar, de aves de corral y de carne procesada y las enfermedades cardiovasculares (como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca) y la mortalidad en los cinco continentes.
Después de seguir a los participantes durante casi una década, los investigadores encontraron que una ingesta semanal de 150 gramos (5 onzas) o más de carne procesada se asoció con un riesgo 46 % mayor de enfermedad cardiovascular y un riesgo 51 % mayor de muerte prematura. Para los que no comen carne procesada.
La carne procesada incluye cualquier tipo de carne curada, curada o tratada con conservantes y/o aditivos alimentarios. El jamón, el tocino, el pastrami, el salami, el pavo ahumado y la mortadela son carnes procesadas. Lo mismo ocurre con las salchichas, los perritos calientes, las salchichas bratwurst y las salchichas frankfurt. Si las hamburguesas se conservan con productos químicos, pueden entrar en la categoría de «carne procesada».
Los investigadores también encontraron que comer cantidades moderadas de carne sin procesar (fresca) no afectó el riesgo de enfermedad cardiovascular (p. ej., no aumentó ni disminuyó el riesgo). Tampoco hubo asociación entre el consumo de aves de corral y las enfermedades cardiovasculares o la muerte prematura.
Estos hallazgos provienen del estudio Prospective Urban-Rural Epidemiology (PURE) lanzado en 2003. Este es el primer estudio multinacional que brinda información sobre la asociación entre la ingesta de carne procesada y sin procesar y los resultados de salud en países de ingresos bajos, medios y altos.
Carne procesada y salud del corazón
El posible daño de la carne procesada puede no provenir completamente de su contenido de grasa saturada, que se encuentra en cantidades similares en las carnes procesadas y no procesadas. De hecho, existen diferencias significativas en los niveles de conservantes y aditivos alimentarios en la carne procesada y sin procesar; estos compuestos pueden desempeñar un papel.
Limitaciones de la investigación
Los hábitos alimentarios de los participantes se autoinformaron mediante un cuestionario de frecuencia de alimentos, que es propenso a errores. Sin embargo, dado el gran tamaño de la muestra, es poco probable que los hallazgos se vean afectados por esto.
Del mismo modo, los investigadores no midieron las dietas de los participantes al comienzo del estudio; es posible que algunos hayan cambiado sus hábitos alimenticios a lo largo del estudio.
Aún así, los investigadores creen que sus hallazgos «sugieren que se debe alentar la limitación del consumo de carne procesada».
fuente: Revista americana de nutrición clínica31 de marzo de 2021.
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