Un mapa de cómo cambia nuestro cerebro con la edad podría ayudar a diagnosticar enfermedades
Usando más de 123 000 resonancias magnéticas de más de 101 000 humanos, desde fetos de 16,5 semanas hasta niños de 100 años, los científicos trazan un mapa de cómo cambia nuestro cerebro a lo largo de la vida.
saludables
6 de abril de 2022
Un mapa de cómo cambia nuestro cerebro a lo largo de nuestra vida puede ayudar a diagnosticar trastornos neurológicos.
«Esta es la primera vez que alguien realmente une estos patrones de desarrollo, a lo largo de la vida, incluso desde el período prenatal hasta la vejez», dijo Ricardo Belén en la Universidad de Cambridge.
Bethlehem y sus colegas analizaron 123 984 resonancias magnéticas de 101 457 humanos, desde fetos de 16,5 semanas hasta niños de 100 años, de más de 100 estudios.
«Simplemente hicimos preguntas simples como ¿cuán grande es el cerebro o qué es el cerebro? [variation] El posible tamaño del cerebro humano: estas preguntas en realidad no están bien abordadas. [in previous studies]», dijo un miembro del equipo jacob seydlitz en el Hospital de Niños de Filadelfia.
En los participantes, el tamaño del cerebro aumentó desde los 4 meses hasta los 3 años, del 10 % al 80 % de su volumen máximo, alcanzando un máximo de 1066 centímetros cúbicos alrededor de los 11 años, y luego disminuyó gradualmente.
El grosor promedio de la corteza en las regiones externas del cerebro alcanzó su punto máximo a los 1,7 años de edad. El adelgazamiento de la corteza se ha relacionado con trastornos neurológicos como la enfermedad de Alzheimer, lo que sugiere que el desarrollo temprano del cerebro puede afectar el riesgo de una persona de desarrollar la enfermedad más adelante en la vida.
«Si esta característica se ve afectada más adelante en la vida por la enfermedad, y [cortical thickness] Llegando a su punto máximo muy temprano, eso plantea una pregunta interesante: ¿deberíamos comenzar a analizar las causas de estas enfermedades desde una edad muy temprana? —dijo Seydlitz—.
Los mapas cerebrales podrían algún día servir como referencia para el crecimiento cerebral estándar, similar a los mapas de crecimiento pediátrico, ayudando a los médicos e investigadores a rastrear mejor la aparición de trastornos neurológicos.
«Estoy entusiasmado por conocer este gran primer paso para generar diagramas de desarrollo cerebral que en el futuro facilitarán un diagnóstico más preciso y temprano de patrones de desarrollo atípicos. [and neurodegenerative conditions],»Decir Widshi Natu en la Universidad de Stanford en California.
Al mismo tiempo, es necesario estudiar los escáneres cerebrales de poblaciones más diversas. «Encontramos en nuestro estudio que la mayoría de las personas de ascendencia europea y norteamericana, que vivían en ciudades relativamente ricas, tendían a participar en estos estudios –señala Bethlehem–. Extenderlo a una naturaleza más representativa lo haría más relevante clínicamente».
Referencias de revistas: naturaleza, DOI: 10.1038/s41586-022-04554-y
Más información sobre estos temas: