Cistitis por estrés: ¿es posible?
La cistitis principalmente se asocia a una infección causada por diversos motivos, y el estrés es uno de los menos conocidos.
Si bien el estrés por sí mismo no ocasiona alguna enfermedad, los cambios en el organismo pueden ser lo suficientemente drásticos como para traer complicaciones, entre ellas la inflamación de la vejiga. También intervienen otros factores como el cambio de hábitos alimenticios, los cuales afectan al sistema digestivo y los nutrientes en sangre.
El conjunto de estos y más factores podrían derivar en una cistitis por estrés.
¿Qué es la cistitis?
La cistitis es una inflamación que ocurre en la vejiga, lo que ocasiona ganas de orinar con más frecuencia de lo habitual. Dependiendo de la gravedad, viene acompañada de dolores y una ligera presión en toda la zona de la vejiga, aunque también se presentan estos síntomas en la zona pélvica.
Hay algunos casos en los que el ciclo de sueño se ve afectado, debido a que la persona se despierta por las molestias o las ganas de ir al baño.
La cistitis se da en gran medida por una infección alojada en las vías urinarias ocasionada por bacterias. Sin embargo, también aparece por otras razones, como la reacción a ciertos medicamentos, productos de higiene personal y radioterapia.
La cistitis y el estrés
La cistitis por estrés es otra de las posibilidades, lo que no es de extrañar si se consideran los efectos del estrés en el cuerpo. Las causas por estrés se pueden resumir en:
- Cambios en nuestra digestión y sistema alimentario. Es normal consumir alimentos con muchos azúcares en épocas de estrés porque el cuerpo asume que lo necesita para hacer frente a actividades complicadas, aunque también se entorpece el proceso de absorción de los nutrientes. El conjunto deriva en una irritación de la vejiga y la dificultad para eliminar las toxinas.
- Tensión. En situaciones de estrés, el cuerpo tensa los músculos para prepararse ante el posible peligro. La presión que ejercen los músculos que rodean la vejiga es tan grande que engaña al cerebro y le manda señales falsas de ganas de orinar. Esto puede evolucionar a una cistitis si sucede de forma frecuente.
- Sistema simpático. La huida es otro de los mecanismos de defensa, por lo que el cerebro le dará a la vejiga señales de orinar para liberar peso y mayores posibilidades de escapar si hay un momento de gran tensión.
- Aumento de sensaciones. Una persona que sufre de estrés constante es más propensa a sentir cualquier sensación negativa en su cuerpo, incluyendo las ganas de orinar.
El sistema inmunológico se ve comprometido ante el estrés constante. A pesar de no ser una causa directa de la cistitis, lo cierto es que vuelve al individuo más propenso a padecerla debido a una infección.
¿Cómo evitar la cistitis?
La cistitis es particularmente común en las mujeres debido a que el canal de la uretra es más corto que el de los hombres facilitando la llegada de bacterias a la vejiga. Sin embargo, los hombres también deben tomar medidas de prevención.
La recomendación principal es tomar suficiente agua a lo largo del día. Es importante resaltar que se trate de agua, y no de cualquier líquido porque otras bebidas incluso llegan a deshidratar y/o irritar la vejiga. También habría que reducir bebidas como el café y las gaseosas, o al menos acompañarlas con un vaso de agua.
La ingesta de suplementos alimenticios con ingredientes como Arándano Rojo americano, D-Manosa y Noxamicina puede prevenir la cistitis porque evitan que las bacterias dañinas se adhieran a las paredes de la vejiga.
Estas medidas se deben tomar más en cuenta cuando aparecen los primeros síntomas de la cistitis, ya que ayudarán a detener su desarrollo o empeoramiento. De todas formas, es imprescindible acudir a un médico para tratarse.
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